Un sueño.  – Relato erótico.

¿Te ha pasado, que sueñas que estás en un encuentro sexual y lo sientes tan real que podrías tener un orgasmo? Bueno, así me levanté ayer. Ese sueño lo viví, cuándo desperté seguía apretando las piernas para poder acabar y mi clítoris estaba tan erecto…

Ardía durante todo el día, no podía concentrarme en otra cosa que no fuera pensar en él, quería y necesitaba verlo. Le envié un mensaje con el pretexto de saber como estaba, pero realmente lo hice para leer de nuevo la conversación pasada. Habíamos tenido sexting, mis fotos en tanga roja fueron un éxito al igual que los vídeos de su erección. 

Me la saboreaba, podía sentirla dura dentro de mi boca, quería recorrerla con mi lengua y succionarla. Entonces nuestro simple saludo subió de tono, entre tantas cosas calientes que nos decíamos se le ocurrió “sugerirme” un vídeo masturbándome. De momento dije no, pero para ser sincera quería hacerlo así que ya no confirme nada y dejé la conversación.  

De mi cajón saque un babydoll blanco con encaje y solo me puse la parte de arriba, lápiz labial y me arregle el cabello. Fui por mi juguete, busqué lubricante y coloqué el teléfono en la mesita de centro, preparé la cámara, me senté en el sillón y me dejé caer en un cojín, abrí las piernas, flexione las rodillas y empecé a grabar. Me sentí deseada, me acaricié y recordando las conversaciones comencé.

Me frote las piernas, pasaba las manos por mis senos y llegué a mi vulva que continuaba mojada desde que desperté por lo que el juguete entró con facilidad arrebatándome un gemido, con una mano lo metía mientras que la otra, con el dedo medio hacía círculos sobre mi clítoris que seguía duro, caliente y se hinchaba más con cada profundidad que había. 

Aumenté la intensidad y sin darme cuenta me había olvidado de la cámara, la estaba pasando muy bien, empecé a moverme más rápido y cada vez el juguete resbalaba más. Lo sentí venir! Tenía la sensación de orinarme encima, en cada movimiento que hacía mis paredes presionaban el juguete y aumentaba la sensación que sentía.

Mis gemidos rompían el silencio que había en la habitación, de pronto terminé, el estómago se me hizo pequeño, toda mi piel se erizo y los pezones estaban completamente duros que podían atravesar el encaje que los cubría. Como pude me incorporé, me acerqué a la cámara, le sonreí y detuve la grabación. 

Sin ver el vídeo lo envié y únicamente le dije -que lo disfrutes-.  

Autor: @yourhot_wife

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